La inteligencia artificial potenciada por la emoción humana
Esta tendencia abraza la incertidumbre del mañana, donde la tecnología se convierte en la herramienta que potencia una de nuestras habilidades más esenciales: la creatividad.
Melania Chavarría
Ricardo Luévanos
Tania Quirarte
La idea de un Sueño Artificial parece contradictoria. El acto de soñar, relegado generalmente a lo intangible e involuntario, se transforma en un puente que conecta nuestra experiencia ¬humana con un futuro sintético y tecnológico. Esta paleta abraza la incertidumbre del mañana, donde la tecnología se convierte en la herramienta que potencia una de nuestras habilidades más esenciales: la creatividad. Un nuevo mundo en donde las ideas y sensaciones humanas se desafían y reconfiguran, diluyéndose en una transición digital que comienza a sentirse tan tangible como los propios sueños.
Los colores de Sueño Artificial capturan esta fusión de realidades opuestas en tonos que evocan las distintas etapas del sueño. Comienza con los fríos y profundos —Amanecer y Mensajero—, recordando el limbo entre el insomnio y un sueño ligero. Conforme nos adentramos en lo onírico, los rosados —Carisma, Infancia e Inocencia— nos envuelven en una cálida manta de nostalgia, evocando la conexión humana más pura. De repente, emergen los vibrantes e inquietantes —Tulúm y Bambú 237-05—, naturales de un territorio fantasioso o alienígena, y el tono insondable —Mus—, símbolo del sueño profundo y la regeneración, preparándonos para un despertar en un mundo cada vez más digital y complejo.
Con tonalidades entre lo orgánico y tecnológico, Sueño Artificial propone un nuevo paisaje cromático, ideal para espacios flexibles, intergeneracionales y multidisciplinarios, donde el flujo de ideas y emociones pueden inspirar y provocar diálogos o reflexiones inesperadas. Una gama de colores de vanguardia aplicable en galerías de arte, experiencias efímeras, conceptos innovadores de retail, espacios didácticos, servicios, oficinas creativas y de diseño. En casa, se adapta a espacios de reunión y de juego, o funciona en una habitación a la que se le quiera dar un giro inesperado. Sueño Artificial es una búsqueda de reconexión optimista con nuestra era de transición digital, donde las fronteras entre lo natural y artificial se difuminan y empieza a ser palpable la integración entre ambos mundos.
“Más que un color específico, vislumbro un uso y una combinación de colores influidos por las imágenes artificiales, por la idealización estética que promueven las tendencias core o aesthetic. Creo que el uso de colores muy opuestos entre sí definirá el futuro”.
— Melania Chavarría
“Los colores del año son un reflejo de lo que el mundo necesita ante la realidad que se vive. A veces se necesita un color que impulse, en ocasiones otro que calme, quizá uno que reconecte con el interior o con la naturaleza”.
— Ricardo Luévanos